Hola a todos!
Me acabo de enterar del fallecimiento de Felipe Cruzat, el niño que esperó por días y días un corazón que le permitiera seguir viviendo junto a su linda familia. Como no soy médico debo tomar esta noticia como un común y corriente espectador y, al buscar explicaciones, sólo llego a pensar y recurrir a una frase común pero que tiene mucho de cierto, "por algo es".
¿Por qué después de luchar tantos días y después de recibir un corazón artificial, su cuerpo no resistió? Mi respuesta es que Dios simplemente le encomendó la tarea de masificar la urgente necesidad de lograr un mayor número de donaciones de órganos.
También hago un mea culpa que creo común a mucha gente. Cuando Felipe recibió el corazón artificial quizás muchos nos olvidamos del tema y nuevamente la situación de la donación de órganos pasó a un segundo plano. Ahora con su triste partida nuevamente se nos recuerda su urgencia.
Si la misión encargada por Dios a Felipe requería de un guerrero de gran corazón, quizás por ese mismo motivo su cuerpo no compatibilizó con un corazón artificial, él necesitaba un corazón de verdad para dar esa lucha y nosotros no se lo pudimos dar. Por eso cada chileno debe meditar sobre ello. Con eso estoy seguro que Felipe partirá tranquilo al cielo y dirá "Misión cumplida" cuando se encuentre con Dios.
Condolencias a su familia y amigos.
Marco Campos H.