Hola a todos!
Rana es el apodo despectivo que dan en las islas británicas a los franceses. Ayer, 18 de noviembre, la mano de esa rana, personificada en Thierry Henry, dejó fuera del Campeonato Mundial a Irlanda del Sur.
En el último día de clasificaciones, después de interminables fechas clasificatorias donde reinó el deporte y la competencia, todo se manchó por un acto conciente y malintencionado del delantero francés.
Ya en Sudáfrica por el mes de junio del año venidero, quizás el 99% del planeta no querrá disfrutar de los goles de Benzema ni de los toques de Anelka ni del sacrificio de Diarrá ni menos, obviamente, de la magia de Henry. Ese 99% seguramente querrá ver eliminada a Francia lo antes posible. Me incluyo.
Lo que debiera ser una fiesta, muchos la esperarán como el momento de la dulce revancha contra una selección que se basó en la trampa para acceder a la cita mundial.
Todo suena injusto, sin embargo, no es tan así. Tony Cascarino, ex estrella del fútbol irlandés, sentenció algo absolutamente cierto, Thierry Henry manchó su reputación para siempre. Ese es el peor castigo para un ídolo que se alimenta de la admiración de sus seguidores.
Aunque Henry diga que el árbitro es el encargado de ver y sentenciar actos ilícitos dentro de la cancha, por otro lado existe aquello llamado conciencia. En ella estará la piedra de tope para seguir disfrutando de la clasificación y de lo que se haga en Sudáfrica.
También incluyo una acotación a la decencia y a la hombría. Henry comenta "la pelota rebota en mi mano, el árbitro no lo ve y yo sigo jugando". Quizás habría sido más decente comentar "toco la pelota para que no salga, después la acomodo denuevo para que llegue luego al pie, doy el pase, hacemos el gol, celebro haciéndome el tonto, clasificamos al mundial y con trampa eliminamos a Irlanda. Estoy feliz!"
Marco Campos H.