Hola a todos!
La Alianza por el Cambio ha intentado por 20 años llegar al poder y ayer lo consiguió. No deja de ser meritorio si el mandatario del gobierno saliente tiene una aprobación que rondea el 80%.
Quizás no son tantos los méritos de la Alianza, más bien podrían ser los errores de los partidos (y de algunos personajes en particular) que participaron en el gobierno, no es certera la respuesta, sin embargo, sí es certera la oportunidad y el desafío que se tiene, no menor por cierto.
El desafío para la Alianza se conforma de 4 partes.
La primera es "echar a andar la máquina". Después de 20 años y con un gobierno breve de 4 años, las cosas deben empezar a funcionar de inmediato. No puede haber un proceso prolongado de adaptación ni marcha blanca (si no que lo diga Obama y su actual nivel de popularidad).
La segunda es efectuar cambios concretos que impliquen cambios concretos. En simple, "hacer las cosas mejor". Este ha sido un eterno slogan de batalla, por lo mismo, se debe cumplir porque, en las propias palabras de la Alianza, no se puede seguir con "mas de lo mismo".
La tercera es conformar equipos de trabajo idóneos y alejados del cuoteo que tanto criticó la misma Alianza. Las presiones después de 20 años sin poder serán fuertes atentando contra ello, sin embargo, no queda otra que hacerlo, le duela al que le duela. Cae de maduro que se debe "sorprender" al país involucrando a miembros de la coalición contraria en algún puesto importante. Puede ser cliché o sonar sobre-estudiado pero puede ser efectivo y consecuente, siempre que los méritos estén.
La cuarta y más importante es mantener la orientación social. No se puede transar la protección social a cambio de crecimiento económico. Sería una lápida de nuevos 20 años sin poder para la derecha (o centro-derecha) si se dejan de lado las políticas e iniciativas sociales. El desafío en este punto es mayor porque la Alianza ha mencionado que la clase media ha quedado de lado en beneficio de las clases más pobres. Aquí ambas deben quedar contentas y, por lo tanto, redistribuir beneficios de una a otra no es la solución.
Se ve claramente que el desafío es gigante. Los juicios y análisis serán más drásticos que los hechos para las transiciones entre gobiernos de la misma concertación. Perder el poder es doloroso, por lo mismo, la crítica y la fiscalización son las herramientas a las cuales la Concertación recurrirá, día y noche. Suerte y sabiduría entonces para el nuevo gobierno. Si las tiene, será bueno para todos.
Marco Campos H.
